Sin lugar a dudas, la gastronomía es otro de los puntos fuertes que podemos encontrar en la ruta jacobea, pero en nuestro papel de peregrinos debemos cuidar la alimentación, fundamentalmente en el trascurso de las etapas. ¡Toma nota a todo lo que te vamos a contar!
Durante tu trayecto, conviene comer pequeñas cantidades en numerosas ocasiones, así como hidratarse y beber frecuentemente (especialmente en verano si es la época que hemos elegido). Una vez finalizada la etapa del día, sí que puedes comer una comida más copiosa para reponer fuerzas.
Tabla de Contenidos
¿Cómo alimentarte en el Camino de Santiago?
Realizar un desayuno completo
Es fundamental que le dediques el tiempo necesario a disfrutar de un desayuno completo que incluya; lácteos, cereales (cereales en copos, pan, tostadas, pan de molde…), fruta o zumo y algo que lo acompañe (mantequilla o margarina, queso, fiambres, mermelada, miel, azúcar, etc).
Hacer pausas para comer
Puesto que cada etapa se tarda en realizar una media de 6 horas, conviene que cada 60 o 90 minutos te tomes un breve descanso para beber e ingerir algo sólido que contenga hidratos de carbono. Esto te permitirá mantener mejor el ritmo de ejercicio y, sobre todo por dos razones fundamentales: evitar la pájara y la deshidratación.
Mantener una buena hidratación
Estar bien hidratado es muy importante, sobre todo en días de mucho calor y humedad. Es un error relativamente generalizado no beber agua ni antes ni durante el ejercicio, así como esperar a tener sed o hambre para comenzar a beber agua y tomar alimentos. Así mismo resulta fundamental la rehidratación una vez terminada la etapa, incluyendo agua e hidratos de carbono.
Tanto hincapié ponemos en este tema, que «Cuatro Cantones» a comienzos del 2012 empezamos a repartir gratuitamente agua mineral a los peregrinos en la etapa anterior a Belorado.

Elegir platos ligeros en las comidas
Caminar con el estómago lleno no es saludable. La comida más importante del día hay que hacerla al final de la etapa, y si la jornada se alarga y es necesario comer de mesa durante la marcha, conviene optar por un bocadillo o un plato ligero de pasta o verdura.
Además de todo lo anterior, no es recomendable jugar con la idea de adelgazar en el Camino de Santiago en cuanto a cantidad de alimento se refiere. Piensa que los peregrinos hacen grandes esfuerzos físicos y no debe ser un condicionante a la hora de ingerir poca cantidad de comida o pensar «voy a comer poco para adelgazar». Si la idea de adelgazar es tu propósito, evita comer grasas saturadas o aperitivos salados, pero siempre bien nutrido y el ejercicio físico hará el resto.
No obstante, con la variada y rica gastronomía que encontrarás a lo largo del Camino, seguro que no pecarás de no estar bien alimentado 😉

Muy buen artículo, gracias por compartirlo.
Un saludo Nacho, gracias por comentar.